Siempre es un placer volver a Can Marial y Dani y Alex me dieron la oportunidad de fotografiar de nuevo este espacio y en una boda llena de alegría y sobre todo amor.
Preparándose en el mismo espacio los dos, cosa que siempre es lo que recomiendo así todo pasa en el mismo lugar, la novia en una sala con una luz que llegaba por la ventana permitiéndome jugar un poco con las sombras y el novio con todos sus amigos entre copas y risas. Un espacio enorme lleno de bosque y pavos reales, si pavos reales. ¿Paraíso? Digamos que sí.
Los entornos donde os casáis son muy importantes porque el escenario amplifica todo lo que pasa en la boda y, por mi parte, como quedan las fotos.
Alegría y amor, que más se puede pedir.
En mis bodas capto de forma natural lo que pasa, no fuerzo nada más que el hecho que vuestra sinceridad sea el hilo conductor de todo.
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