Erase una vez … Así empiezan todos los cuentos, todas las historias con un final feliz. Las fábulas, los cuentos, las historias de magia, de fantasía, relatan historias en las que se entremezcla el bien y el mal, la magia y la realidad, pero en la mayoría de ellas hay una fuerza que es la que provoca que a pesar de las dificultades, de la impetuosa insistencia de las fuerzas del mal, el bien salga vencedor: el amor. Hablar del amor con una efusividad tan sobreactuada como la de las fábulas puede rozar o hasta superar la cursilería, por eso la vida real merece un amor real, sincero, sin sobreactuaciones, con naturalidad. Con la sinceridad de amar a pesar de las circunstancias, con la valentía que ese amor sea el caparazón con el que las adversidades se topen. El amor real merece historias reales y el mundo esta lleno de relatos a pie de calle de corazones auténticos que fluyen sin más pretensión. Y así , con naturalidad, me topé de bruces con algo que hace creer, en qué? En nuestra fuerza, en lo que juntos podemos conseguir.
Erase una vez, en un lugar del que cualquiera de nosotros podría ser, un chico y una chica se conocieron sin pretenderlo pero sus diferencias hicieron que los caminos que podrían haberlos alejado los unieran sin remedio. Después de un año juntos, ella decidió hacerle un regalo a él: le regaló la posibilidad de hacer juntos aquello que a él le gustaba pero a ella no en forma de unos vales con los que él podía escoger el momento que quisiera para activarlos. Uno de esos vales estaba en blanco y era con él que podría pedirle lo que quisiera cuando quisiera. El tiempo pasó forjando en ellos cada vez más un camino juntos en la gran aventura de la vida. Un día él cogió ese pequeño papel en blanco y escribió “Vale para una boda”. Ella no era mucho de bodas pero ese era un papel mágico y estaba claro que no se podía negar. Pero eso no era suficiente, aquel mismo papel le fue entregado 7 veces en 7 momentos, así siempre tendría 7 historias diferentes a explicar de como le pidió casarse con ella. Pero a veces en medio de la luz puede aparecer de golpe algo que la llene de oscuridad. Pocos meses después a ella le diagnosticaron un cáncer de mama muy agresivo y todo se frenó. La boda no se iba a realizar … todavía, porque él le pidió que creiera en la esperanza, que no hablara de “cancelar”, que “posponer” era una mejor palabra. Y aquí amigos es cuando la magia aparece, esa magia tan real que vive entre nosotros, esa magia que tiene como nombre a veces amistad, a veces amor, que al final es lo mismo, porque en estos momentos es cuando descubrieron que la amistad era el reflejo de ellos mismos, lo que habían sembrado en su vida ahora volvía en forma del sentimiento mas intenso que existe. Todo esta burbuja de apoyo y cariño hizo que ella en cada diagnóstico, en cada operación, concentrara toda esa energía que había recibido junto con la suya propia para dar un mensaje a su cuerpo y activarlo para luchar al máximo de las posibilidades. El día 7 de Noviembre de 2015 Vero cogió a Lluís de la mano delante de 164 personas y dijo “Si quiero”. Esta es su historia y estas son algunas de las fotos de ese día que tuve el placer de vivir, disfrutar y fotografiar.